martes, agosto 15, 2006

Valientes ellos con las armas*

De "El Desengaño" no queda nada.
Policías vigilan impidiendo que los campesinos se acerquen,
las reses acaban con la cosecha.

10 días bajo los árboles habían esperado.
Luego fueron golpeados una vez más en una madrugada
de donde los trasladaron dicen que a Oaxaca.
Hoy ni siquiera la libertad tras el despojo les pertenece.

Pistoleros y policías robaron pesos,
mercancías de la tienda colectiva.
Luego se fueron sobre el caserío destruyendo viviendas,
mesabancos y utensilios
así como la tienda ni la bandera respetaron
los policías al ganado.
El lugar más próximo: Zacate Colorado. Ahí
avergonzadas las mujeres bajan la cabeza
y no hablan de las violaciones cometidas en su persona
por los pistoleros.
Sólo mencionan las golpizas y culatazos en las camionetas
cómo las forzaban a dejar sus casas.
Hijo de Margarito Sánchez Lozano, representante, el pequeño,
lleva en su cara las heridas que le hiciera el chasís,
el diferencial que acabó rompiéndole la cabeza
pero que esperó a la Semana Santa, cuando no hay servicios
ni a quién recurrir.

Sembraron de noche para evitar a los policías durante el día.

Con la toma de las tierras los desengañamos
y fue así como surgió el nombre.
Por la vía de titulación de bienes comunales
no pudimos llegar a nada,
por la vía de restitución tampoco nos hicieron caso,
por la vía de dotación no hallábamos la puerta
pero la necesidad nos hizo ver un nuevo camino:
la toma de la tierra que ahora será nuestra
cueste lo que cueste.
Y fue así como el 9 de agosto de 1977
nos metimos en "El Desengaño",
tomamos las tierras, terrenos baldíos, puro monte,
zarzal puro.
Ahora los ricos matan a uno y el gobierno nada que dice
pero nosotros no nos quedamos con los brazos cruzados.
En la tierra tuvimos apoyo de normalistas estudiantes,
indígenas y mucha gente.
Por eso no fue fácil que nos sacaran.
Si no ya nos hubieran golpeado, nos hubieran matado.
No pueden actuar como siempre con los grupos aislados:
La Coraza una camionada de cañas
para los jacalitos que teníamos,
La Joya una poca de madera,
los compañeros un saco de azúcar cuando no teníamos
ni frijol ni maíz.
Todos nos han ayudado. De veras se ha necesitado.
Hemos mirado.

Dura lucha tres días, parada permanente, chaneque verde
y gente de lucha
éramos dos mil y ahí fundamos las demandas,
la salida del ejército.
De la cárcel fuimos a la tierra
donde las mujeres y los niños
y ahí nos quedamos
dispuestos.
Así pasaron los días y vinieron y se llevaron presos
más de seis meses
acumularon delitos los que tienen la Ley en la mano
para los campesinos no.
Desde entonces día tras día mañana y tarde
para no trabajar tranquilamente
ganado y camiones en la milpa.
Conocimos de cerca lo que son los que se dicen gobierno.
Tomas de tierras y represión.
Ejidos y comunidades el mirador
fueron desalojados por el ejército
el arroyo y paso de águila y un amparo de la comunidad
agarran a cuarenta y catorce compañeros
andando se los traen hasta en la prisión y los encierran
la acusación de alto poder y asaltar
falso como una táctica la cosa de intimidar la policía.

El 3 de mayo, el día 4, el día 5 llegaron
unos 80 chaparros policías del estado
como las 6:30 de la mañana allá en la loma los pelones
el compañero representante en el pozo
a la yegua dándole agua
allí mismo le echaron mano, el hacha
y el brazo encañonado nos sentaron las patas a cortar caña
y se los llevaron a catorce,
voltearon todo lo que teníamos, agarraron dinero, comida,
herramientas, juguetitos
amenazaron a las compañeras de desalojarlas,
quemarlas y llevárselas de redilas
para regarlas sin rumbo por las carreteras
amenazaron también a los niños
cuando nos llevaron encerraditos y sin comer
y nos quitaron parte de la ropa
y nos tuvieron parados en el purito sol
pasándonos a tomar declaraciones que nos dicen
los vamos a dejar para que todas sus cosas estén fuera
y ustedes también
y los dirigentes no
porque tenían orden de aprehensión nuevos engaños
en un lugar laguna escondida
y el crédito y camiones para que nos larguemos muy bien
por siete campesinos
a los que el gobierno quiere sacar a la fuerza y mandarlos
a inundar por la presa cerro de oro
para convencemos tres choferes con pistola bajo de la camisa
también del cielo un dueño del Papaloapan
que sólo mantendría los peces y las ranas
que favorecen al campesino.

Entonces se nos presenta el recreo de afectación.
Entonces llegan, improvisan sus casitas de palo,
queman el caserío que había tomado el recreo aledaño.
Llega el ejército.
También el 7 de diciembre para tronarnos
veintitantos mil soldados y el equipo en un desfile.
Luego el 27 de diciembre balaceó un tractor
ponchándolo a boca de jarro.
Gerardo Cerón comenzaba a trabajar por acá:
lo golpearon para que confesara que era un agitador,
lo acusaron de daño en propiedad
y hasta el tres de marzo lo soltaron bajo fianza.

Pero no estamos vencidos.
Posiblemente vaya a haber algunos muertos de nosotros.
Porque ellos tienen un gran poder, el gobierno,
de nosotros es que se tienen que acabar.


*Transcripción de la crónica “El Desengaño: hablan los campesinos”, de Carmen Lira (La Cultura en México, suplemento de Siempre!, no. 896, 11 de mayo de 1979).

Jaime Reyes
La oración del ogro
Era, 1984.

No hay comentarios.: