jueves, mayo 21, 2015

Alfabeto (fragmentos)


los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras
y bromo existen; y el hidrógeno, el hidrógeno





la garza real existe, con su abovedada espalda
gris azulada existe, con su negro copete
y sus claras plumas caudales existe; en colonias
existe; en el llamado Viejo Mundo;
también los peces existen; y el águila pescadora, la perdiz nival
el halcón; la poa común y los colores de las ovejas;
los productos de la fisión existen y la higuera existe;
los errores existen, los gruesos, los sistemáticos,
los fortuitos; el control remoto existe y los pájaros;
y los árboles frutales existen y las frutas en el huerto donde
los albaricoqueros existen, los albaricoqueros existen
en países donde el calor producirá precisamente
el color de la carne que tienen los albaricoques





la mena en la montaña de mineral existe, la oscuridad

en las galerías de las minas y la leche que se detiene
en el pecho de las madres, un terror arraigado donde

los susurros existen, los susurros existen,
el conocimiento más antiguo y más amado de las células

contempla este mercado, contempla esta importación
exportación de padres, mitad verdugos
mitad soldados torturados, contempla

su última desaparición sin parientes, metal
contra metal, mientras la cantidad de maíz sin cultivar
crece y la falta de agua potable crece

habla ahora de dulzura, habla ahora del misterio
de la sal, habla ahora de mediación, seres humanos,
valentía, cuéntame que el mármol de los bancos
se puede comer, cuéntame que la luna es hermosa,
que la extinta ave moa come del melón

verde, que la alegría florece, existe,
que los briozoos existen, el banco de caballa existe,
métodos de renuncia, de descenso existen,
reparto físico, como en poemas, de incomparables
bienes terrenales existe, la compasión existe




me resulta un poco raro
    oír cigarras aquí donde hace mucho frío
       y por tanto no hay cigarras

quizá sea por ese tipo de cosas
    que siempre han ocurrido
       cuando la luz se encamina hacia el norte
          y el abedul la acompaña

como cuando una habitación de un
    sueño durante un viaje una vez
       es precisamente la habitación
          a la que vuelves a casa y en la que te instalas

existe un dibujo
    de un niño encapsulado
       que está sentado en cuclillas
          en un cristal no especialmente grande

es como en sueños
    que nunca han sido soñados
       por hombres, animales
          o pájaros, quizá por insectos

quizá por el viajero mismo
   que durante mucho tiempo
      se ausenta de sí mismo
         y se reparte en la niebla de los abedules

quizá por un niño que
    obstinadamente estudia un lago en el bosque
       y descubre que el alma bien
          puede haber sido soñada por cigarras

a veces ocurre
    cuando se ha derretido la nieve
       que todo lo que ella ocultaba
          sale a la luz de forma que el alma es visible

igual que todo cuando la muerte
    no se hace realmente visible
       hasta que alguien contemple el regalo
          que el muerto se llevó con él a la tumba

yo creo que se parece
    a la caja de metal pardusco
       que yo sé desde hace tiempo
          que llevo conmigo

no contiene
    más que una moneda
       un dedal de plata
          un diente y un frasquito vacío

pero cuando
    lo abres su perfume
       lo llena todo
          como el sol a medianoche

así me he imaginado
    la capacidad de imaginación
       como un espacio de cristal transparente
          que rodea el lecho de muerte

donde el muerto por primera vez
    se parece de verdad a sí mismo
       al morir de los otros





Inger Christensen
Alfabeto
Traducción: Francisco J. Uriz
Sexto Piso, 2014.

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